Por Osvaldo L. Conde
En el primer artículo de la Introducción Previa al Curso de Política Nacional y Popular, enfocamos someramente el origen elitista del “barbarismo” latinoamericano que devendrá después en el sustantivo “pueblo”
En este segundo tema, previo al Curso, tomamos un caso que nos ofrece dos beneficios para su mejor comprensión: Es reciente y en el sentido que lo tratamos es “cosa juzgada”. Por lo tanto, podemos observar como los grandes medios utilizan lo que les conviene y, desechan eso mismo, cuando dejan de ser útiles a su miserables intereses.
Clarín, un compendio publicitario diario
En estos días –bienvenidos sean- se comenzó a discutir el periodismo como actividad, nos parece oportuno analizar cuales fueron los pasos de la construcción que hizo el Grupo Clarín del “Torito Alfredo De Angeli”. De Angeli, apareció como un individuo sin identificación política-partidaria, demostrando total independencia de todo y de todos, incluyendo a la misma Federación Agraria, entidad que ya presidía en su capítulo entrerriano.
En sus primeras apariciones por TV se podía adivinar, un rictus de temor al saberse filmado que, nunca despareció, pero ciertamente atenuó con el paso de los días y que siempre le fue conveniente.
Casi todo el tiempo que duró la puesta en escena lo vimos en ropas de “hombre de campo”, solo en los últimos días aceptó el saco negro pero no la corbata. Detalle por el que se relamían los autores de ese “compendio publicitario cotidiano” que los de Clarín llaman “información”.
Con la nueva pilcha, aparecía un chacarero de antes fusionado con un dirigente urbano de ahora.
Claro que la imagen preferida del mismo Torito y, que suponemos honesta, era para él la del “gringo enojado pero noble” que, es justo reconocer, abunda en su generación y sobreabunda en la de sus antecesores. Pléyade de tanos reconocidos tanto por su desbordante capacidad de trabajo como por su exagerada emocionalidad.
Todos son De Angeli
Fue fácil advertir que los colegas del “Toro” se sintieron ponto identificados por Alfredo, después de todo ¿cómo no aceptar a alguien al que le falta un diente, tiene lenguaje y tonada ruralista y posición firme, cuando quienes lo observan tienen condiciones y defectos semejantes?
Sin embargo, nada de eso lo propulsó a la fama, ni siquiera su condición de “piquetero rural”, función que venía realizando por la instalación de la planta de celulosa Botnia en Fray Bentos a partir del año 2007. Donde De Angeli fue muy activo pero no recaló en la memoria colectiva. Clarín en esa patriada no lo tuvo en cuenta.
Lo que hizo la diferencia fue su actuación en la “guerra gaucha”; sobretodo en la televisión rica. Ni el lenguaje llano, ni la ropa al tono, ni la capacidad de identificación, ni siquiera su oficio chacarero; asuntos que solo se volvieron relevantes cuando le dieron sentido narrativo los medios.
Para ello le brindaron las cámaras de manera abundante y con narradores profesionales que contaban “la historia del Torito”. La andanada de heroísmos que tal cuento señalaba terminó –pronto, por cierto- con la resistencia de De Angeli quien, le había tomado cariño, a la capa del Súper-Chacarero Argentino que le prestaron los vestuaristas del multimedio
Favoreció el proyecto del Grupo Clarín, una verdad de perogrullo, nos referimos a que millones de ciudadanos en todo el mundo, la Argentina pica en punta, dan por sentada su inferioridad con respecto a los que “salen por la tele”.
El Toro era igualado al que juega bien al fútbol, al que descubre la vacuna imposible, al que gana una fortuna de modo casual o fortuito. Sabios e ignorantes, que desde alguna habilidad útil o inútil dan bien en cámara por carisma o por un buen director puesto a su servicio, hecho mágico que los convierten de un momento a otro en especialistas. Contestarán sobre sociedad, cultura, economía, deporte, tecnología… y sobretodo: política.
Construir un toro bravo desde un gringo simple es destruir al gringo y al toro
Algún día sabremos cuanto recaudó el multimedio por contarnos la pelea Campo-Gobierno, cerca de esa fecha, también caeremos en la cuenta -campesinos incluidos- que habría sido mucho mas conveniente para “los De Angelis” finalizarla de inmediato Pero... había una tercera pata, la de un toro en el que se montó hábilmente el gran fascinador nacional
Aquí debemos abstraernos del hilo conductor del artículo para resaltar que la operación “De Angeli”, no solo terminó destruyendo al Torito, sino a todos los que aceptaron su posición que, él a su vez, copiaba de la “Mesa del Campo”, quienes en la batalla que les inventó el hombrecito sonoro, perdió más de diez puntos de retenciones. Hecho que se concretó cuando el neófito Julio Cleto Cobos dijo que su voto era “no positivo” (lo que dijo en realidad fue, “Amen dios Clarín”). Lo auténticamente negativo fue el resultado amargo que sufrió De Angeli y todos los productores medianos y pequeños.
Después de semejante fracaso, lo que siempre es un éxito para la trouppe de teatro callejero (no es una ofensa para los actores de la calle, sino su contrario) llamada Clarín, su brazo televisivo se dedicó fluida e implacablemente a enfocar al líder campesino (una de las calificaciones con la que lo bautizó): Que lo sigan, lo entrevisten, lo “carguen”, lo feliciten, lo comparen. ¡Qué no lo dejen pensar como tano trabajador de toda la vida!
Pronto el mas serio competidor de Francis Ford Coppola, pues lo suyo es internacional, don Héctor Magneto. Si Ud. duda de sus dotes fantasiosas vea la superproducción “Hijos de Noble” (hoy en día la más taquillera historia de los últimos treinta años) Logró el Ceo, una meta fundamental: Los protagonistas del conflicto grande ya no eran los presidentes de las entidades rurales, al menos eran ellos y De Angeli; incluso para muchos, De Angeli y “los cuatro”.
¡La chochera de esos desdibujados dirigentes! Les quedaba el “campo orégano” (hoy soja) para encargarse de politizar el tema buscando réditos en esa área, la única que les interesaba ya que de no ser así no se explica la enorme displicencia con la que traicionaron a sus propios liderados ¿Quién llevará la culpa principal? Acertó: De Angeli, el mismo que el Grupo Clarín mostró como más importante que los cuatro juntos
Como cumpliendo con el adagio setentista de Gilles Deleuze cuando afirmó: “la ideología siempre antecede a la respuesta”. Clarín, tenía y tiene una específica: “Que el gobierno se vaya del poder”. Es su enemigo ideológico pero poderoso, entonces necesitaba un rostro que encarnara dicha ideología; contaba ya con la inestimable ayuda de la Mesa de Enlace, pero eran hombres resistidos, gastados y sin carisma
Fue el tema que volcó la carroñera mirada del monopolio a un “Torito” que andaba a los bufidos por ahí. En su elemental lógica, era urgente vociferar el lema ideológico de Clarín y De Angeli cumplió con creces, sumó el tono bravucón para pedir una y mil veces la renuncia de la presidenta. En los altos de la redacción fantástica se restregaban las manos y no siempre sus enormes esfuerzos les impedían babearse
En la nueva fase, el Grupo apostó a lo seguro: la tele, medio que es sobremanera demoledor mostrar un rostro en primer plano ¿De quién?: ¿De un Adonis? ¿Del sagaz filósofo dueño de una mirada profunda y escudriñadora? ¿O del poseedor de una verba conmovedora?... No, la cara que ponía en pantalla con diente suplementario era la de De Angeli, el gringo común devenido en ícono de la rebelión federal.
En los programas periodísticos del medio, mucho mas parecidos al interior de las oficinas donde los cuentistas discuten cual será el final, lo convocaban como el juez que se explaya a gusto en los últimos minutos del juicio. Con el plus de cámaras buscones que le acariciaban las mejillas, le besaban la frente y después cerraban con picos desesperados de pasión. Todo lo veíamos mientras, los demás invitados a esa buhardilla de cuenta-cuentos bautizada TN hablaban a la nada, a nadie.
Lo que importaba eran los gestos del Toro. No eran muchos, pero luego Bonelli o, el de turno, los interpretaría como elocuentes, sinceros, frontales e infinitas adjetivaciones beneficiosas, nunca una que deteriorara mínimamente al héroe entrerriano. Quien se hubiere atrevido dejaba de ser parte del staff de Clarín ese mismo día.
Finalmente, después de practicar todos los ángulos optimizadores de la cámara, lo invitaban a que pontifique sobre lo que vio y escuchó. A él quedaban sometidas opiniones de escritores, empresarios, políticos, sociólogos, economistas..., sean estos auténticas autoridades sobre el tema o no. A nadie le importaba otra palabra final que la del cierre sacerdotal del sembrador de soja.
Lo que para las matemáticas es falaz para la tele es veraz
No era todo lo que hacía la televisión rica a favor de su propia criatura. Lo mostró galán, pues en cámara no se es bien parecido por excluyentes razones estéticas. Menem fue rubio y alto ¿por qué no lo sería De Angeli? También él fue acosado por damas urbanas y campestres de todos los colores.
¿Y ahora qué?
¿Qué consiguió De Angeli? Sus colegas chacareros de todo el país, sufrieron una pérdida dineraria importante al tener que pagar las retenciones a mayor precio que el proyecto aprobado primero en diputados, sin advertir jamás que la carestía fue impulsada (de manera funcional y no adrede) por el tan idolatrado Torito. Claro que los mentores principales estaban a esa altura invisibilizados: La Mesa de Enlace que lo hicieron también funcional, pero muy adrede.
Los chacareros comunes, sin embargo, tiene todavía la imagen del Alfredo ganador en los estudios del canal porteño; de todas ellas sus retinas jamás borrarán “que estuvo con Tinelli”. La memoria será más frágil, aunque no tanto, en cuanto a las fotos en la tapa del diario más vendido. O del privilegio espurio de tener la última palabra en cuanto debate se presentara.
Repetían los colegas de De Angeli y, lo siguen haciendo con orgullo, aquél rugido que le dio el mote de la bestia frontal Hay que derogar la 125. Número que, hoy empiezan a ver, les hizo perder fortunas... pero se “lo pasaron” a De Angeli quien aparece entonces como una víctima del veteranos asistente al deporte de los reyes, aquél que siempre tiene “una fija que no puede perder”. ¿Busi es de ir al hipódromo?
Final del Cuento de género periodístico
Los hombres del enlace son mas poderosos, influyentes y ricos, Cobos sigue usando la vicepresidencia de la Nación en su campaña proselitista personal, el Grupo Clarín batió récords de ventas durante “la guerra del campo” (título que les pertenece) De Angeli, todavía tiene algún espacio que otro. Los productores medianos y pequeños siguen amortizándolo todo.
Final preferido, este del hilo que se corta por lo más delgado para “el gran diario argentino”; que construyó y, pretende seguir construyendo su riqueza, acumulando en sus arcas derrotas populares.
COMUNICACIÓN POLÍTICA NACIONAL Y POPULAR, desarrolla aquí y en http://www.edu20.org/ contenidos propios de política miltante, además anuncios de cursos sobre el mismo tema que se publican durante el año.

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Un abrazo popular y nacional
Osvaldo L Conde
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Coincido en todo menos en el final, no estoy tan seguro que Clarín haya batido récord de ventas con el conflicto rural, es más, creo que vendió más diarios en 2007 que en 2008
ResponderEliminarSin dudas que estás en lo cierto Pablo, debí aclarar que desde la confrontación mas concreta con el Gobierno, fue lo que mejor le redituó. Disculpas y gratitud.
ResponderEliminarY la construcción siguió...con Macri, De Narváez etc., Gran Hermano mediante y la servil oferta puesta al servicio de sus propios intereses.
ResponderEliminarPersiguen no sólo riqueza, persiguen PODER. El mentado discurso de la Democracia y la Libertad de Prensa es un eufemismo que esconde siniestras concepciones de tipo liberal.EN EL CASO ESPECÍFICO, NEO-LIBERAL.
Siempre me he preguntado cómo NO ENTIENDEN los versados economistas y politólogos que existe lo que yo llamo "FACTOR HUMANO" e "IDIOSINCRASIA".
Le guste a quien le guste, SOMOS LATINOAMERICANOS, NO SOMOS ANGLOSAJONES. Las filosofías de las que partimos SON DISTINTAS y tirar abajo las concepciones de base, IMPOSIBLE... a corto plazo...claro,(por eso fue necesario tirar al Río de la Plata a mi generación), "reconvertir" y "educar" les llevará mucho más tiempo del que creen ya que somos demasiados los que ponemos resistencia, pero el costo, como sabemos, es y será inmenso.
Lo intentaron por la fuerza, durante 50 años mediante dictaduras, luego negociaron democracias "vigiladas, restringidas o limitadas", arrasaron con generaciones enteras, cerraron universidades que estaban al alcance de todos, impulsaron una guerra de la después se abrieron y cuando vieron que así la cosa generaba más odio "al gran hermano del norte", que era el gestor, nos cedieron el triste privilegio entrar en el primer mundo mediante la globalización.
Los resultados ya los conocemos. Hambre, desnutrición, desocupación, desamparo, la educación privatizada, deserción escolar, privatización de la salud, de los ferrocarriles, las rutas: en fin, nos PRIVATIZARON LA VIDA Y EL FUTURO, pero los dueños del negocio no éramos nosotros, los dueños eran OTROS.
Esos diez años de aprendizaje, PRENDIERON. Sí!!! como una vacuna y MARCÓ HUELLAS en la NUEVA GENERACIÓN que se creyó el discurso único del FIN DE LAS IDEOLOGÍAS.
Y con ese discurso, finalizó la solidaridad, la política y la militancia.
Los De Angelis, los Bussi, etc invadieron la TV defendiendo un terrenito que no les pertenece y fueron usados y abusados por los medios que representan los grandes negocios del campo.
Pero lo que más me asombra es la clase media, esa que el día del voto de la 125, llenó la avenida de Monsanto, perdón, del Monumento a los Españoles, avalando lo que después generaría el aumento de la leche a 1 dólar el litro, o el incremento del pan en un 35% por el aumento de la harina. Son los mismos que ahora hablan de inflación...No hay nada que hacer " Cuando se trata de dinero todos son de la misma religión" Voltaire